domingo, 29 de septiembre de 2013

ARTÍCULO
El artículo La crítica es bella. Cómo analizar los libros para niños, de la autora Ana Garralón, expone cómo la literatura infantil y juvenil ha pasado de estar reprimida a convertirse en una poderosa industria de sobreproducción, sin tener un espacio para la crítica y sin saber cómo abordar esta selección.

En primer lugar, y para hacernos una idea, la autora nos indica que la LIJ supone cerca del 15% de la producción de literatura, una sobreabundancia que genera dificultades para la selección con una crítica fundamentada, es decir, la dificultad que supone depurar toda esta oferta.

A todo ello, se le añaden problemas tales como ¿quién debe ser crítico de libros para niños? ¿Adultos o niños? ¿Psicólogos, pedagogos o filólogos? Pues, simplemente un buen lector con formación, pero no necesariamente un experto filólogo.

En segundo lugar, A.Garralón deja muy claro que la crítica irá destinada al adulto, el cual seleccionará (para su alumno o hijo) la obra. Así pues, la crítica no solo orientará en la elección sino que dará a conocer importantes libros, desestimara otros e incitará a leer.

En tercer lugar, la autora aborda las dificultades que esta actividad entraña (ausencia de espacios de opinión, ausencia de formación, exceso de producción, falta de exigencia de los destinatarios), para llegar a cómo analizar los libros y reclamar más seriedad en la evaluación de estas obras.



Finalmente expone, de manera breve, que para enjuiciar un libro será imprescindible tener en cuenta la tipología textual, los recursos más abundantes de la LIJ (personajes, el diálogo y el lenguaje), disponer de un método especial para los álbumes y los axiomas en que se funda la crítica (análisis ético-axiológico, psicológico, sociológico, historicista y formalista).

Cecilia Candela Galvañ

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